Hace tiempo atrás encontré este artículo escrito en forma colaborativa para la Asociación Española de Teletrabajo. Me pareció muy interesante este conjunto de aportaciones realizadas por muchas personas. Disfrútenlo.

La e-organización

La cultura de la que procedemos es la vieja y milenaria cultura “presencial” propia de las sociedades anteriores a la aparición de las TICs.

Los siglos pasados han presenciado el paso de la cultura preindustrial a la de la sociedad industrial y a la malherida Sociedad del Ocio (¿dónde se habrá quedado? y nosotros (el siglo XXI) estamos siendo testigos de otro cambio de sociedad, que se dirige ahora hacia la “Sociedad de la Información y el Conocimiento”, de una manera tan rápida que apenas nos percatamos de todas sus consecuencias.

Teletrabajo

Es ahora incuestionable que las TICs han logrado de un modo u otro su definitiva incursión en todas las organizaciones donde además de aportar nuevos servicios y herramientas, provocan también, si no son gestionados con racionalidad, trastornos en la organización y gestión tradicionales.

Por “culpa de” o “gracias a” Internet y a todos los cambios que implica, el modelo de organización que se ha estado utilizando y enseñando a lo largo del siglo XX está a punto de desaparecer.

Muchos han visto con Internet la posibilidad de entrar o abrirse a nuevos mercados, pero lo que todavía muy pocos han constatado es que la e-organización obligará en poco tiempo a todos a redefinir sus sistemas de valores, que les llevará a poner en tela de juicio viejos modelos de gestión, y sobre todo uno esencial: la gestión de los recursos humanos, de la información y del conocimiento, que son los temas que nos van a ocupar aquí.

Ante tal situación, es de alguna forma obvio que para estar “en la onda” y no quedar descolgado y sobre todo desorganizados, los agentes van a necesitar asimilar de forma generalizada unos nuevos conocimientos básicos de organización y gestión del trabajo: la e-organización.

Ya no basta solo con saber manejar un sin fin de herramientas informáticas y de comunicación, hace falta organizar la gestión del trabajo para homogeneizar las actividades y relaciones de manera que dispongan “permanentemente” de contacto con la vida que se va a estar desarrollando, en paralelo con el mundo presencial, en el mundo virtual.

Pero es importante descubrir que el fenómeno de utilización de la red, – con sus ilimitadas posibilidades de actuar sin desplazarse, es decir, producir, consumir y convivir a distancia – está elevando la palabra “distancia” a la categoría de mito que oculta otras realidades más profundas, aunque quizá menos intuitivas:

“DESPLAZAR LAS MENTES, NO LOS CUERPOS”

No se trata de que actuemos-a-distancia, (viejo enfoque derivado de la cultura tradicional presencial –la cultura del átomo- que pone el énfasis en la presencia física o el desplazamiento físico), sino en el hecho de que es posible generar una realidad virtual, -la cultura del bit-, o sea, un lugar virtual (una oficina, un local de reunión) en donde, trasladando las mentes, nos podemos encontrar y trabajar o convivir independientemente del lugar físico donde se hallen nuestros cuerpos.

En resumen, se trata “sencillamente” de realizar un CAMBIO CULTURAL profundo que va llevar a las organizaciones a “TRABAJAR EN GRUPO Y EN RED DE FORMA DISTRIBUIDA”.

Los Tres Niveles de Inmersión en la Red

La red, por su propia esencia, se configura como un universo de nodos donde todos pueden interactuar con todos eliminando así las distancias y el posible aislamiento.

Naturalmente, que también aquí encontramos múltiples formas de relación, pero todas ellas participan de una mismas características: relación en red, horizontal, con la información fluyendo por todos lados, propiciando un enfoque multidireccional (todos con todos).

Se va produciendo así un cambio cultural en conflicto con nuestras costumbres tradicionales (primitivas). Aquellos que no son conscientes o que no están preparados para este cambio, tienen enormes dificultades de adaptación. Puede tener sentido entonces el concepto de la soledad.

Pero aquellos que son capaces de descubrir las nuevas formas de relación, y que todas pueden ser válidas e interesantes aunque ninguna sea completa, aprenden, como decimos, a saber que no están solos y que pueden llegar a tener una gran relación humana en su actividad virtual.

Teletrabajo

En un Primer Nivel el individuo solitario navega por la red buscando información que suele abrumarle por su inmensidad.

En un Segundo Nivel, la persona deja de comunicarse unilateralmente con el sistema y pasa a comunicarse con otras personas.

En un encuentro con otros trabajadores, aprovechando una información que fluye de un lado a otro con una velocidad anteriormente inimaginable, basta una simple lista de distribución para que lo que dice alguien llegue a todos sus miembros al instante.

En dicho encuentro, descubre que puede establecer una relación horizontal, desjerarquizada, a partir de la cual surge un inicio de solidaridad.

Lo que yo no sé, tú me lo cuentas y cuando tengas un problema, yo mismo u otro compañero, también podremos aconsejarte y orientarte hacia su solución.

El segundo nivel es marcado, pues, por el intercambio libre de ideas y ayuda mutua ante los problemas, sin más exigencia de compromiso que las normas de la netiqueta y solidaridad, donde se impone la filosofía “Win-Win: Yo gano, Tú ganas” y cuya característica esencial se encuentra en la actuación colectiva.

Cuando la actividad adquiere un cierto grado de compromiso y se persigue algún tipo de objetivos o proyectos, rápidamente nos encontramos metidos en un Tercer Nivel de relación, donde los individuos actúan en equipo aportando cada cual sus competencias y generando una alta sinergia:

Nace así el Trabajo En Red, base de la e-organización, donde todos interactuamos sobre la base de una información común a la que todos tenemos acceso. En este punto de partida la igualdad promueve el desarrollo de nuestras diversidades pues cada uno puede aportar según sus “competencias”.

Características de la Organización Distribuida En Red

Principios básicos

A) Características de una Organización Distribuida

Se basa en la Creatividad, Iniciativa y Responsabilidad de cada “Nodo Personal” y en el crecimiento de la mutua Confianza.

Incentiva el desarrollo de la Inteligencia Emocional y el efecto sinérgico del trabajo en equipo, que persigue el objetivo “Todos Damos, Todos Recibimos”, donde todos los Nodos Personales aportan según sus capacidades y disponibilidades.

En consecuencia, cada uno decide dónde involucrarse y hasta dónde asumir su responsabilidad, manteniendo siempre el contacto (flexible) con el conjunto, con los nodos donde se encuentra involucrado y/o con el Nodo de la Intercoordinación.

Para nuestro desarrollo, se asume el enfoque de “la Mejora Continua”.

B) Características de Actividad Distribuida

Basada en la Comunicación, Coordinación y Cooperación entre sus Nodos. Encaminada hacia unos objetivos definidos.

C) Procedimientos básicos adecuados para actuar en línea con esta definición

La Lista General es el medio común, básico de comunicación Asíncrona dentro del grupo. Es, además, el nivel básico de Consenso General. Cada núcleo de actividad se configura como un Nodo complejo, compuesto de uno o más Nodos Personales (NP).

Con un NP coordinador (como mínimo), responsable de la marcha del conjunto. Que establece una comunicación interna entre sus NPs miembros. Interactúa con otros Nodos con los que se mantiene relaciones tipo “cliente / proveedor”

Y se relaciona con el Nodo Proveedor de la Intercoordinación. Pueden activarse otros medios de comunicación Síncronos (ICQ, Audio y videoconferencia, etc.). Se propone realizar la labor apoyándose en una herramienta de Gestión Distribuida.

Se desarrolla y mantiene una WEB de información al exterior.

Conclusión

El éxito de la integración racional de las TICs en la e-organización de las empresas dependerá en parte de la competencia de éstas con el entorno, el cual también esta “haciendo una carrera” para conseguir ese reto esencial en la nueva economía emergente de la nueva Sociedad de la información. Es pues imprescindible asumir y asimilar que todos necesitamos realizar un Cambio Cultural en nuestra manera de concebir la organización del trabajo que nos permita adaptarnos correctamente a las nuevas características a las que conduce el Trabajo en la red y no solo para las relaciones laborales. Este Cambio solo pasa por una formación en el Trabajo En Red y una Coordinación virtual de actividades.

En resumen, el reto es el siguiente: Por muy provisto que se esté de herramientas de alta tecnología, si uno no aprende a manejarse en este nuevo entorno virtual, “trasladando las mentes, no los cuerpos”, ni aprende a reorganizar su forma de convivir con las TICs, no conseguirá integrarse en la nueva e-sociedad naciente.

No podemos acabar esta presentación sin mencionar dos observaciones importantes:

La aparición de la e-organización en cualquier tipo de organizaciones, pero sobre todo en las empresas provoca una revolución silenciosa y suave que consiste una vez más en un Cambio Cultural que sólo los espíritus más abiertos aceptan, asimilan y promueven (a menudo gente joven) lo que provocará a medio plazo una redefinición del concepto de jerarquía.

Ya que parte del planteamiento se basa en el hecho de que cada uno es responsable, llegan a desaparecer los niveles superiores en los organigramas, que pueden representarse ahora como un sistema plano como el sistema planetario que es totalmente flexible en función de las necesidades de cada momento.

En una Organización Distribuida todos hacemos diversos papeles. Todos somos proveedores y clientes. Si los que tienen mas antigüedad pueden aportar por su experiencia ideas válidas, lo hacen. Son “proveedores de la experiencia” (pero no jefes o superiores, y en ese momento, esta persona se convierte en el coordinador para un objetivo determinado).

Todo esto tiene consecuencias sobre el enfoque dado a la realización del trabajo y su retribución:

  • Los jefes de la vieja tradición se convierten en coordinadores modernos y motivadores.
  • El tiempo ya no es una referencia (más que para el cumplimiento de los plazos) lo que cuenta es alcanzar el objetivo.
  • La retribución ya no depende de un rango en el organigrama únicamente sino también de las metas conseguidas.

Y como decíamos antes, el modelo de Organización Distribuida en Red, no sólo es válido para las instituciones económicas o laborales, sino que se puede aplicar a toda iniciativa de la sociedad ciudadana en su conjunto.

Aunque aparentemente parezcan cosas distintas, cuando se profundiza en el tema, nos damos cuenta de que son dos visiones parciales de un fenómeno general específico de la e-sociedad: El ejemplo de las redes ciudadanas es en este sentido la mejor muestra.

Recrean la organización de la ciudad y de sus instituciones (tanto públicas como privadas) en la red de forma horizontal y necesitan de la participación de todos según los conceptos del Trabajo en red para desarrollarse.

En la e-sociedad, la sociedad del bit, todo es creación/intercambio de información y conocimiento”.

El “Trabajo En Red” donde se alcanzan modos enormemente sinérgicos y enriquecedores de actuación en equipo y cuya síntesis paradigmática es el lema: “TODOS DAMOS TODOS RECIBIMOS” supera y desborda al viejo concepto “win-win” nacido en la sociedad presencial.

El Trabajo En Red va a constituir la revolución en las relaciones humanas, civiles y laborales del siglo XXI; no hará falta ser experto ni tampoco ingeniero en informática y telecomunicaciones para acceder a este nuevo entorno relacional, pero todos tendremos que estar preparados para realizar el necesario cambio cultural.